Ruidos blancos
El poder terapéutico de la música es bien conocido y uno de nuestros primeros instintos como padres para calmar al bebé cuando llora es cantarle una canción de cuna. Algunos sonidos también tienen propiedades calmantes: es el caso de los ruidos blancos, como el sonido del corazón de su madre que el bebé escucha en el útero, o el sonido de las olas. Estudios recientes realizados por equipos de biólogos muestran que escuchar los sonidos de la naturaleza, especialmente los sonidos del agua, tiene propiedades calmantes y aumenta el bienestar.